miércoles, 6 de junio de 2018

CONCEPTO DE ORGANIZACIÓN


Rubén Rojas Breu

CONCEPTO DE ORGANIZACIÓN

Lo que expondremos a continuación tiene como texto antecedente el que publicamos como ficha con Jorgelina Aglamisis en la Cátedra “Teoría y comportamiento organizacional”, de la carrera de Relaciones del Trabajo, Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.

Las organizaciones están presentes desde siempre y en todo momento en la vida humana. Lo mismo, siguiendo a Edgar Morin, podría afirmarse respecto de la naturaleza pero aquí nos ocuparemos de las organizaciones humanas.
Reforzando lo antedicho, destaquemos que el Método Vincular, entre sus diez axiomas, incluye el que define que todo demandante, cualquiera sea su rol (ciudadano, votante, afiliado, usuario, consumidor, etc) y todo oferente es miembro de una organización y/o es una organización (obviamente, el Estado y cada uno de sus organismos, las ONGs, los partidos políticos, las empresas, los cultos o iglesias, las familias, los grupos de amigas/os, etc. son organizaciones).

Reiterando, para el MV todo miembro de una demanda y todo oferente integra o constituye una organización.

Habitualmente se incurre en la suposición ingenua, superficial o pre-científica de creer que las decisiones son “individuales”; por lo contrario, toda decisión que se toma, la tome quien la tome y, a menudo, de modo inconsciente, es en el carácter de integrante de alguna organización. La responsable o el responsable de un hogar, toma en el supermercado la decisión de compra de un producto de determinada marca, representando a los integrantes de su grupo familiar (incluso esto vale para los hogares unipersonales, que también son organizaciones). Si decimos esto con relación a la familia, con más razón quedará en claro que es así para el resto de las organizaciones, de la índole que sea. Incluso un votante decide su opción sobre la base de determinaciones o condicionantes de las diversas organizaciones a las que pueda pertenecer (familia, partido político, gremio, culto, institución y así hasta cubrir el más amplio espectro posible).



Para la comprensión de lo que estamos exponiendo hay que despejar una creencia que constituye todo un obstáculo epistemológico (Bachelard).
Es decir, hay que superar un supuesto generalizado y falaz: el que sustenta la idea de que “la sociedad es un conjunto de individuos”.
La noción de “individuo” es obsoleta (no nos detendremos aquí a desarrollar al respecto) y es, además, un escollo toda vez que se incurre en un salto entre “el individuo” y “la sociedad” como si no hubiera mediaciones, nexos, estructuraciones diversas entre el uno y la otra. Justamente, las organizaciones son tales mediaciones, nexos o estructuraciones.

De tal manera, al mismo tiempo la sociedad –la humanidad – existe a través de las organizaciones y las personas son integrantes de las mismas. Esto no implica, de ninguna manera, que una persona no tenga capacidad o posibilidad de decisión precisamente personal; implica que su decisión o cualquier comportamiento que tenga se da en el marco de alguna organización o en el marco de más de una. No es pertinente considerar a la sociedad como un agregado ni tampoco a las personas como entes aislados.

Que las organizaciones están desde siempre significa:

w  Que surgieron al mismo tiempo que la especie humana se constituyera como tal, lo cual nos remonta a la prehistoria misma.

w  Que ya antes del nacimiento, desde el momento mismo que es concebida cada persona, ésta ya participa de organizaciones. En cierto modo, la primera organización o la más significativa en el primer momento de vida es la familia. Pero cabe aclarar que la familia no es la única: desde el momento mismo de la gestación están presentes el Estado, las instituciones o las prestadoras de salud, los grupos de amigas o amigos, los lugares de trabajo de madre y padre, los comercios en los que abastecerse de productos para la crianza, etc.  

Para una más clara fundamentación y, también, para una mejor comprensión, cabe apelar al razonamiento lógico que se expresa a través de las relaciones básicas de contradictoriedad y de contrariedad.

De acuerdo a la relación de contradictoriedad a la organización se opondría la no-organización.
La no-organización no se da concretamente como tal: se trata de  una idea o noción que se corresponde con un momento virtual evolutivamente muy temprano, prehistórico o preexistencial. El caos es la manifestación más elocuente y a la que más se recurre para intentar dar cuenta de la no-organización. Hasta existe la suposición de que “en el principio fue el caos” y según la más vigente de las teorías del origen del universo aluden así al momento de la Gran Explosión inicial, casi temporalmente inexistente de acuerdo a la duración que habría tenido.
En rigor, el contradictorio no-organización o el contrario “caos” es más una reacción destinada a dar cuenta de temores existenciales que a reflejar algo realmente posible.
Tal contradictorio y tal contrario, tienen también un valor epistémico, o sea de valor para el conocimiento. En esto han influido en algunos autores fundacionales de las Ciencias de lo Humano las leyes de la termodinámica (Boyle, Sadi Carnot, Gay Loussac, entre otros), particularmente el concepto de entropía.
Para nuestro interés tomamos de lo anterior, que puede resultar un tanto críptico, lo siguiente: en el paso de una organización a otra, en una transmutación, podríamos suponer que se da un instante que se vivencia como de ausencia de organización o como presencia de caos.
Por ejemplo, en cualquier revolución - la francesa, la de Mayo en nuestro país, la rusa, la mexicana, la cubana, etc.-,  hay un estado que fácilmente se vivencia como de desorden; del mismo modo aconteció con la hiperinflación que afectó a Alemania en los años 1921-23 o en nuestro país en los años 1989-91.
Yendo a niveles de menor envergadura, cualquier organización cuando pasa de un estado a otro genera el efecto de vivencia de desorden, desorganización o caos: incluso, por grato que pueda ser, algo de eso se da al fusionarse dos empresas, al disolverse un organismo estatal para ser reemplazado por otro o al unirse dos familias por vía de que un/a miembro de  una de ambas familias contrae matrimonio con un/a de la otra.

Acorde con todo lo antedicho, el nacimiento de una organización se da siempre entre organizaciones ya existentes. Una organización surge en el contexto constituido por la totalidad de las organizaciones, emerge en el medio de una red de organizaciones (acéptese la redundancia ya que tiene finalidad didáctica).
Esto contradice otra suposición falaz que también obstruye el conocimiento: la idea de que una organización es el resultado de una suma de “voluntades individuales” o de la brillante idea de un fundador o de un emprendedor. Sin negar el valor que pueda tener la capacidad o la vocación de emprender, una organización nace y prospera en la medida que hay un vacío potencial a ocupar, vacío resultante de la dinámica que en su desarrollo van generando las organizaciones ya existentes. En todo caso el fundador, el emprendedor o “las voluntades individuales” por motivos que hay que esclarecer en cada caso, perciben (a menudo más inconscientemente que por vía de la conciencia) que tal vacío existe. Este punto requiere quizá una profundización que dejaremos para otra publicación.

El paso previo a la configuración de una organización es algo más virtual que real: la agrupación o, recurriendo a su expresión sustantiva, el grupo. Esto es así aun cuando la organización sea unipersonal (por ejemplo, un quiosco atendido sólo por su dueño o un hogar que se inicia con un único residente). Decimos que aún en este caso porque quien establece esa organización unipersonal pertenece ya a otras organizaciones y porque resume en sí roles y labores que se encaran grupalmente; es decir, esa única persona está sustituyendo al grupo manifiesto.

Volviendo, el paso antecedente a la organización es el grupo, el cual es el término del que nos valemos para fijar un inicio; o sea, tiene más valor especulativo o reflexivo que real. Dicho de otro modo, un grupo en el momento mismo que se forma ya se está organizando.


Algunas precisiones más antes de cerrar con la definición de organización:

1. Toda organización nace para dar cumplimiento a objetivos que también están determinados por la red de organizaciones en la cual emerge. Sobre los objetivos de una organización se pueden ver otros textos (por ejemplo, Método Vincular. El Valor…,ver en Bibliografía). También será tema de otra publicación próxima.


2.     Toda organización interactúa con la Ley. La Ley, que es un concepto que se despliega a través de la totalidad de las leyes, es también constitutiva de la especie humana. No hay humanidad sin Ley y sin leyes.
En el párrafo precedente la palabra clave es “interactúa”; es decir, no afirmamos de ninguna manera que las organizaciones se sometan en todos los casos y siempre a la Ley y las leyes. De tal manera, no hay que confundir interactuar con la Ley con someterse a la misma. Una organización delictiva interactúa con la Ley toda vez que está condicionada por el Estado, sus fuerzas de seguridad, el Poder Judicial, el ejercicio del Derecho, etc.
Pero además adoptamos el concepto más amplio de Ley y de leyes; no nos circunscribimos a las leyes jurídicas. Cualquier organización interactúa con las leyes propias de la naturaleza y de lo humano: por lo tanto, incluimos a las leyes matemáticas, físicas, químicas, biológicas, antropológicas, sociológicas, políticas, psicológicas, económicas, etc. Valga un ejemplo simplote: una fábrica de aviones tiene que tener muy en cuenta la ley de la gravitación universal (Newton), la de Bernouilli, etc.
Aunque a esta altura incurramos en exceso respecto de promesas o remisiones, sobre la Ley y las leyes también puede apelarse a otros textos o esperar una publicación específica.

3.     Según los desarrollos de las Ciencias de lo Humano y, en particular, del Psicoanálisis (Freud), la configuración psíquica se estructura, simplificando, en lo inconsciente y la conciencia. Al interpretar el peso y la interacción de lo inconsciente y de la conciencia, tendemos a hablar de registro latente y registro manifiesto.
El registro manifiesto es el que percibimos de inmediato, como si fuera a simple vista, y el latente el que debemos traer a la luz, el que debe ser interpretado. El registro manifiesto tiene su rol hasta cierto punto determinante y, a la vez, es la puerta de acceso al registro latente.
Hechas todas estas consideraciones, podemos cerrar con nuestra definición de Organización:

 La Organización es el modo en que los grupos encaran Objetivos e interactúan con la Ley a través de conductas que corresponde interpretar en el marco de la intersección entre el registro manifiesto y el registro latente.


BIBLIOGRAFÍA

Bachelard, Gastón (1979): La formación del espíritu científico, México, Siglo XXI
Freud, Sigmund ((1976): Metapsicología, Buenos Aires, Amorrortu
Morin, Edgar y otros (1979): El concepto de crisis, Buenos Aires. La Aurora / Megalópolis.
Morin, Edgar (2016): El método, Madrid, Cátedra.
Rojas Breu. Rubén (2002): Método Vincular. El valor de la estrategia. Buenos Aires. Ediciones Cooperativas de Buenos Aires. 2002

Rubén Rojas Breu, Buenos Aires, junio 2018

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