Rubén
Rojas Breu
LA
DEBILIDAD DEL GOBIERNO DE
“LA
LIBERTAD AVANZA”
Aquí
van los argumentos que dan cuenta de la debilidad consustancial del gobierno
electo, próximo a asumir el 10 de diciembre:
1.
Lo votó la masa; ergo, no lo votó el Pueblo.
La masa es un agregado
amorfo, versátil y carente de organización y carente de cultura política, por
lo cual ante el menor contratiempo se desvanece.
La masa busca la
satisfacción inmediata y total depositando tal logro en figuras mesiánicas y no
en el propio esfuerzo, no en una construcción colectiva.
De tal manera, la masa no es
confiable, no se compromete, no garantiza poder.
El Pueblo, en cambio, es la
organización política más compleja y vasta, fuente de toda legitimidad y poder.
El Pueblo tiene objetivos
estratégicos: su emancipación y realización, articulados con la pertenencia a
la nación.
En consecuencia, es el
principal antagonista de los despotismos, de los despotismos de todo el
espectro o variantes.
El gobierno de LLA se posiciona
como despótico.
Un resultado electoral no
unge como democrático a ningún gobierno.
2.
Milei y la masa presentan la configuración
humana más simple y arcaica, una configuración de baja o nula organicidad.
Eso lleva a que todo dependa
de ese vínculo líder – masa, un vínculo sumamente inestable.
Maquiavelo, el fundador de
la ciencia política, en su texto más conocido, “El Príncipe” señala que cuando
el líder o gobernante es la única cabeza basta con neutralizarla y todo se
viene abajo.
3.
En línea con lo anterior, queda claro que
Milei llega al gobierno sin haber desarrollado equipos propios.
4.
Tiene que tomar prestado, tanto por la propia
insuficiencia como para intentar cierta estabilidad y previsibilidad política.
Pero todo lo hace a la manera del castillo de naipes: basta con que una o dos
cartas se deslicen para que todo se derrumbe o, por lo menos, se resquebraje
fuertemente.
Para
más toma prestadas y prestados a fracasadas y fracasados en su paso por distintos
gobiernos, sobre todo el de Cambiemos.
5.
Milei no cuenta con capacidad tampoco para
liderar de manera sistemática, ordenada y continua.
Hasta acá es una figura
puesta ahí por la masa, la cual tuvo la iniciativa (no Milei, quien solamente
se prestó para dar el gusto a la masa). Obviamente, no cuenta con organización
política propia de peso.
Cabe tener en cuenta que es
la primera vez que en la Argentina un gobierno se apoya exclusivamente en la
masa. Todos los anteriores, particularmente desde 1983, contaron con el apoyo
de organizaciones de gran alcance, además de la masa.
6.
Milei es dogmático; se atiene a una doctrina,
la libertaria.
El conductor político parte
del problema a afrontar, del problema macro cuando se trata de una sociedad.
En la Argentina ese problema
macro se define así: ¿cómo emanciparnos de los poderes concentrados locales y
globales y cómo acceder a la realización plena, en paz, con justicia y
desarrollo en todas las áreas?
Milei, como dogmático, parte
de la doctrina a la que adhiere fanáticamente y procura imponerla sin
considerar el problema macro descrito ni la singularidad de la Argentina.
Se ubica en la posición
opuesta a la de la conducción política.
7.
Milei afronta una contradicción básica: se
propone dirigir una organización que rechaza, que repudia.
Es
decir, está abiertamente en contra del Estado y se propone manejarlo.
Si
fuera genuinamente anarcocapitalista o minarquista, jamás se hubiera propuesto
para gobernar.
Por
lo tanto, cabe inferir que hace culto de su propia persona y a la manera de un
malcriado, se propone, llevado por un capricho, hacerse cargo del gobierno como
si se tratara de un entretenimiento.
Esto
claramente en consonancia con su perfil nítidamente propio de la condición
filial, el rol de “hijo eternizado”.
Esto
provoca inconscientemente desconfianza en los concentradores de poder, en los
actores y factores más determinantes.
8.
El Pueblo no solamente no votó a LLA, sino
que va a ser el principal opositor, activo a través de la movilización,
optimizando crecientemente su organización y construyendo la conducción
política actualmente inexistente.
Esto va a suceder
prontamente, aunque su desarrollo puede demorarse ya que la tarea que el Pueblo
tiene por delante supone un colosal desafío.
9.
La represión brutal ya anunciada, con
reminiscencias de las peores épocas, a la corta o a la larga, es ineficaz.
Además, el 19 y 20 de
diciembre de 2001, el estado de sitio declarado por De la Rúa, seguido de la
salvaje represión, llevó a la caída del gobierno radical y de la fallida
Alianza.
10.
Otra contradicción gravísima es que Milei se
define en contra de la Política, pero gobernar es ejercer la Política.
11.
Milei demuestra no saber negociar: se mueve
entre dos conductas polares, imponer o consentir. Queda claro, que no es
pragmático, aunque se pretenda considerarlo como tal; por otra parte, si es
dogmático o mero doctrinario no es pragmático.
No está formado en política
ni en negociación y sus laderos, algunos hábiles, no alcanzan para el cometido.
12.
Milei se formó en instituciones de bajo nivel
y en las que no se propicia la formación política; por el contrario, se trata
de ámbitos en los que se la excluye o rechaza, a diferencia de lo que sucede en
las instituciones de la educación pública y, muy especialmente, en las
universidades desde la Reforma del 1918.
Desde las universidades se
extendió a los colegios secundarios estatales que tienen sus propias
organizaciones políticas y gremiales, tanto de docentes como de estudiantes.
En resumen, Milei no está
capacitado para ejercer la política.
Tampoco es un teórico serio
en Economía, no cuenta con avales ni académicos ni profesionales ni, con
reconocimiento nacional ni internacional.
En los ámbitos de gobierno,
en los ámbitos académicos y en los ámbitos profesionales de la Economía en el
mundo y, particularmente, en Europa preguntan de dónde salió.
13.
En rigor más que liberal o libertario, Milei
es un recalcitrante conservador con ideas y valores que están a contramano de
la evolución actual y también, en oposición con la Ciencia y, téngase en
cuenta, la Economía es una ciencia.
Eso se verifica en su
reivindicación de la dictadura, su machismo, su misoginia, su misticismo, su capacitismo, su
autoritarismo y su tendencia marcada al encierro endogámico.
14.
De acuerdo a mi creación, el Método Vincular
se adopta el Posicionamiento Dominancial como apéndice o seudópodo menor de la gran
potencia neocolonialista yanqui.
Ese posicionamiento siempre hizo
agua en la Argentina.
15.
Aunque es una de las más relevantes por su
relevancia definitoria, dejé para el final esta inconsistencia:
Milei prometió acabar con la
“casta” pero termina transando impúdicamente con la misma y, además, con la
casta en todo sentido: el actor oligárquico, el actor poderoso por excelencia
de la Argentina, actor determinante del atraso y de la injusticia.
Pese a lo que se dice acerca
de que fue sincero, Milei mintió en campaña, al menos, en dos modos:
Por una parte, porque indujo
a la masa a creer que se refería a una casta que, como toda casta o como sucede
en la India, tiene para sí todos los privilegios y es fuertemente endogámica,
casi consanguínea.
La masa entendió que no la
iba emprender contra ella, zonzamente desde ya.
Por otra parte, porque hizo
suponer a la masa y a otros actores y sectores que se refería a los costos en
que incurren los políticos o politiqueros, costos que aún espurios en buena
medida, son relativamente minúsculos.
Pero en la concepción de
Milei, la política a destruir es el Estado y todo compromiso, toda actividad
política.
Para lo cual, otra paradoja
y contradicción, se va a valer del Estado al cual va a fortalecer para
reprimir.
En conclusión, la debilidad
del gobierno de LLA tiene, resumidamente, estas tres causales de debilidad:
-
La inherente a su propia identidad dada por el
dogmatismo, las inconsistencias, la ausencia de equipos, la sumatoria inorgánica
de dirigentes, miembros y funcionarios, la insuficiencia notoria en
conocimiento y trayectoria en Política, la confluencia en su seno de posiciones
contradictorias sin capacidad para sintetizar.
Esto lleva a la fragmentación,
a disputas estériles y al riesgo de implosión.
-
La oposición del Pueblo, a través de sus
ideas, organización y movilización; la masa no asegura en absoluto un apoyo
confiable y orgánico.
-
En consonancia con lo antedicho, el no
acompañamiento o la oposición de la Argentina orgánica.
Rubén Rojas Breu
Buenos Aires, diciembre 1°
de 2023