Rubén
Rojas Breu
EL
CASTIGO
SEGÚN
EL MÉTODO VINCULAR
Algunas referencias históricas sobre el
castigo
Del
castigo se ocuparon los mitos y leyendas desde la antigüedad: el castigo, como
el que Zeus impusiera a Prometeo por haber proporcionado el fuego a los
humanos.[i]
Desde
esa antigüedad hasta hoy, no sólo mitos y leyendas, cuentos, dramas y novelas
se ocuparon del castigo sino también filósofos y científicos de lo humano.
Además
del de Prometeo, hay una infinidad de mitos y leyendas de todas las culturas
desde siempre sobre el castigo, desde antes incluso de que el célebre titán
“naciera”: al que fue sometido Sísifo, el que aplicó Ra a sus súbditos por
desleales y el que se conoce como “mito de castigo de los monos” de África. También
la Biblia abunda en relatos en los cuales el castigo es una cuestión
protagónica, comenzando por el que recibe Caín, la ira de Dios contra Sodoma y
Gomorra e incluso el que el imperio romano aplica a Jesús de Galilea.
Entre
las obras más famosas de la literatura mundial, en las cuales el castigo es un
tema central, se destacan “Edipo rey” de Sófocles, “La divina comedia” de Dante Alighieri,
“Hamlet”, “Macbeth” y “El mercader de
Venecia” de William Shakespeare, “La vida es sueño” de Calderón de la Barca,
“Rojo y negro” de Stendhal, “Frankenstein” de Mary Shelley, “Los miserables” de
Víctor Hugo, “Crimen y castigo” de
Fiodor Dostoievski, “Ana Karenina” de León Tolstoi, “El retrato de Dorian Gray”
de Oscar Wilde, “Martín Fierro” de José Hernández y “Juan Moreira” de Eduardo
Gutiérrez. Por supuesto, también en la plástica y en el cine la cuestión del
castigo es tratada con sobrada frecuencia.
Todo
lo antedicho es apenas una exigua selección, a todas luces insuficiente pero
ilustrativa acerca de cuánto interés despertó siempre la cuestión del
castigo.
También
la filosofía, la sociología, la política, la psicología, el psicoanálisis y la
antropología se ocuparon de la cuestión del castigo.
Vale
recordar el código del rey babilonio Hammurabi.
Platón
se ocupó del tema en “Las leyes”, obra en la que propuso un código penal.
Desde
entonces, casi no ha habido filósofo o intelectual que no se haya ocupado de
una manera o de otra del castigo, incluyendo, por supuesto, a Hobbes, Locke, la
Ilustración francesa, Kant (tengamos en cuenta su célebre “imperativo
categórico”), etc.
Hegel
abordó con extrema minuciosidad la cuestión: sólo con fines acordes con este
texto señalemos que para él el castigo era un requerimiento para asegurar la
plena vigencia del derecho. Marx habrá de vincularlo con la estructura, con la
formación socioeconómica.
Para
Nietzsche, el castigo es el instrumento para prevenir en el futuro ciertos
actos apelando al terror. Para Durkheim el castigo está intrínsecamente
vinculado a lo social, hace a la sociedad misma y es la reacción que hace
punible la violación de las normas sagradas sobre las cuales se afirma una
sociedad.
Desde
luego, Foucault ha estudiado y producido profusamente acerca del castigo y sus
desarrollos son imposibles de resumir, pero por cierto ha sido sumamente
difundido y es bastante conocido su pensamiento al respecto.
En casi todo lo que incluimos hasta acá, el
castigo se nos muestra como algo externo a las personas, grupos u
organizaciones, como algo que viene de afuera: los dioses de las distintas
religiones antiguas o el Dios de judíos y cristianos, Alá, Odín, Thor, Vichama
y cuantos podamos considerar, punían cada vez que consideraban que los humanos
desconocían su voluntad o vacilaban en su fe.
Las
excepciones más claras, dentro de lo enunciado hasta acá, son las novelas “Los
miserables” de Hugo – que culmina con el suicidio del comisario Javert - y,
justamente, la novela de Dostoievski, en la cual la necesidad de castigo emerge
con fuerza como un imperativo desde la propia psique del protagonista, Rodia
Raskolnikov, con lo cual, estos literatos se anticipan a Freud; no por nada
éste tenía una máxima: “preguntadle a los poetas” y, de hecho, gran parte de su
producción se inspira en mitos, leyendas, dramas y novelas.
Faraones,
monarcas, emperadores, jefes tribales, amos imponían castigos a sus súbditos,
esclavos y siervos. El castigo está presente en toda la historia de la
humanidad en los cinco continentes y, por supuesto hasta hoy. También los
capitalistas castigan a sus trabajadores, como es sabido, además de la
obtención de plusvalía (Marx).
Los
estados también, desde épocas remotas, contaban con códigos que legislaban
sobre la punición de lo que pudiera entenderse por delito según la cultura o
comunidad de la que se tratase. Ese papel lo siguen cumpliendo los estados.
Freud
Ahora
bien, es Freud quien con su concepto de “necesidad de castigo” ubica al
imperativo de punición en el mundo interno de las personas, en las propias
configuraciones psíquicas.
Incluso
son cuadros como la melancolía y la neurosis obsesiva los que hacen más
palmaria tal necesidad de castigo, expresándose desde los autorreproches hasta
el suicidio. El superyó es la instancia, dentro de la segunda tópica freudiana,
que cumple, entre otras funciones, la de sancionar o castigar.
El
castigo según el Método Vincular
El
Método Vincular define dos tendencias opuestas respecto de la interacción entre
las organizaciones, grupos y personas:
- a la primarización
- a la secundarización
La primarización
implica la configuración endogámica y contiene un antagonismo inexorable: placer vs. mandato.
En el
polo placer se ubican los posicionamientos vinculares hedonista y mágico; en el
mandato, los PVs dominancial y doméstico.
Como
es fácil deducir, el polo placer no se asocia al castigo.
El
castigo es una forma extrema de materialización del polo mandato y, por lo
tanto, de los PVs dominancial y doméstico; se aplica, respectivamente, por desconocer
o desobedecer el imperativo patriarcal o el imperativo matriarcal.
Bibliografía
Rubén
Rojas Breu. Método Vincular. El valor de
la estrategia. Primera edición. Buenos Aires. Ediciones Cooperativas de
Buenos Aires. 2002
Rubén Rojas Breu. Segmentación,
posicionamiento y marca: abordaje desde el Método Vincular. Primera edición.
Buenos Aires.CIAP FCE UBA. 2013
Rubén Rojas
Breu. El deseo de la estrategia.
Primera edición. Buenos Aires. CIAP FCE UBA.2014
Rubén Rojas
Breu. Segmentación por Vínculos y
Posicionamientos Vinculares. Presentación PP especialmente elaborada. 2018
[i]
Según Freud, Prometeo les habría impulsado a conservar el fuego, el cual
finalmente sería patrimonio del lar u hogar a cargo de las mujeres. Mi
suposición es que el mito retoriza sobre lo que en rigor habría enseñado
Prometeo: la vinculación entre coito y procreación.